Monday, January 12, 2009

la pared del insomnio

La pared que duerme conmigo no usa pijama
va demasiado desnuda y se deja ver tal cual es
impenetrable
sin palabras
muda
ciega y sorda
la pared que entra por mis oídos y se queda allí en el cerebro
como una pausa de cemento, revoque y pintura descascarada
es demasiado alta y casi no puedo treparla
para ver que hay del otro lado del muro
del otro lado de los ladrillos firmes asperos y fríos

Allí del otro lado del muro alguien canta
con mi voz y usa mis palabras
pero no puedo estar allí

Me he metido bajo la sombra de la pared y ahora intento hacer pozos

Tal vez deba robar las alas a la paloma del árbol de la ventana,

Quizás deba ignorar a la pared y esquivar su dulzura

Tal vez deba saber que esta en mi cerebro porque la tragué de una vez

creía en su dulzura
en su firmeza
en sus promesas

caí en sus deseos, en su propio deseo de no ser pared. Pero es pared. Pared.

la forma de la pared me desvela, me deja detenida de mi misma... no me deja avanzar, no se como avanzar con una pared, aunque no sea mía

Pero intento encontrar su tope, su largo... deshacerlo, desarmarlo, derretir sus formas...

En vano y la vida pasa, los minutos se atrofian y el tiempo se limita y las palabras se abrevian y todo se ve tan simple. Se ve.

No se ve mucho....

Tal vez el encierro es un papel débil con carácter fuerte... malhumorado y fachista... un papel que parece tan duro y fuerte, que al soplar se va con el viento dejando
toda libertad a su paso?

Los días no sirven vacíos, sin objetivos, sin realizaciones, sin cosas para hacer.

Cada vez encuentro menos formas de filtrarme por la pared, por el muro ya manchado, ya muy visible, ya me atropella, ya lo acuno y lo dejo ser.

No entender la libertad me hace ver mi propia prisión...

Es extraño ... cada vez que exploro mis debilidades me siento más fuerte. Cuando encuentro mi pared, mi limitación... algo pasa.