Wednesday, June 20, 2007

sueñA

Ahhhhhh... se quedó pronunciando una letra A en un grito agudo hasta romper los vidrios y esfumarse a través de ellos, para alcanzar el sendero que siempre miraba tras la ventana como un sueño lejano, como un deseo atrapado en el deseo. Allí salteando puentes, y caminando sobre el agua iba el soñador con su letra A destapada desde las entrañas... Nunca encontró el final del camino, así que después de subir mil montañas y de colgarse de cientos de nubes, se dio cuenta que de tanto andar la A sonaba como una O, y al final del final estaba parado frente al espejo de su baño, en silencio mordiendo su almohada redonda de toda la vidA, que le pareció demasiado cómoda como para soltarlA.

Wednesday, May 23, 2007

BCN6

La terraza del tercero tercera... suelo naranja que necesitaba reposición, el largo cordel con ropa tendida siempre... la piscinita, la planta solitaria, la silla un poco rota y el cielo celeste, celeste claro. A lo lejos los techos y las cúpulas... la de la Catedral a la derecha y la del museo de zoología a la izquierda... amaneceres en velo... el sol reflejado en la ventanita del cristal azul... Empezar el día cansada... recordar la lejanía, palpar los recuerdos... desafiar al día con muchas ideas que quedaban en ideas. Luli en el caño de adelante, Nico en la sillita de atrás... Princesa cuesta arriba hasta Via Laietana... un zigzag entre algunas calles y allí el gran portal con su timbre, y su maestra y su patio y sus niños frescos como Luli, de amplias sonrisas y confianza entregada... pequeñas mochilas sobre los delantales cuadriculados... madres en chancletas, madres con botas, madres de rostros cubiertos, madres calladas, otras que hablaban, unas anónimas, otras amigas. Niños felices, sueños amontonados... Lucía encantada en su sitio, con su gente y su fuente mágica. Segunda parada... bajando Princesa doblando en Montcada... el antiguo palacio frente a Picasso... una guardería de piedras con siglos encima... mi garganta una piedra... Nicolás entre las monjas, las maestras, la colchoneta de la siesta.. la portera enojada... Nico siempre entraba tarde y se iba antes, o faltaba o se quedaba muchas horas... como parche del vacío de tías o abuelas. Tercera parada, el mercado de Santa Catalina... entraba por una puerta o por la otra, dependía de si mi humor daba para saludos o para pasar por desapercibida... cargar la verdura fresca, el pescado y demás. Luego la casa en silencio... abriendo ventanas, poniendo música y sacando trapos. La casa nunca impecable... tal vez por el espacio, tal vez por el cansancio, tal vez porque la ciudad daba hambre de recorrerla, talvez porque no necesitaba más que una pasada de trapo, los platos bien limpios, la ropa colgando, la comida esperando su olla y yo escribiendo a los que estaban lejos... hablando con los que estaban cerca... de vez en cuando trabajando, de vez en cuando empezando cosas, terminando otras. siempre buena compañía... familia necesaria aunque no de sangre, familia querida repartida entre las esquinas, los vecinos, las amigas del parque, las que eran del ambulatorio, otras que duraron un tiempo, otras que lo serán por siempre... los niños y el parque, las tardes de tierra, pasto y agua... la noche que llegaba entre las esquinas... y así pasaban los días, las tardes rodeadas de niños, de hogar tranquilo, de futuro indeciso, de silencios bien callados y de carcajadas sin disimulo. Esto de partir aún no se me ha fijado al cerebro... aún tengo la costumbre de usar medias agujereadas, de deambular sin saber hacia donde voy de sentir al mar en mis espaldas aunque ahora sólo hay rejas, otras rejas.

Tuesday, May 01, 2007

BCN5

La calle que gira sin que la vea,
y al pedalear la cadena gira sin retorno
porque no quiero detenerme,
sino mas bien quiero dejarme tragar
por el alma de los techos rectos, parejos, añejos
de ventanas entre abiertas
que liberan su grito encantado
y el hechizo que revitaliza
las venas, la mirada, las ganas de huir
sin perderme la suavidad del perímetro embrujado
por el eco del alba que se enreda entre los cabellos
de mis hijos montados a mi bici
para completar la escena
sobre la arena junto al mar...

efecto inodoro.

Subió los peldaños de la escalera, apurado, de prisa, sin mirar atrás, sin mirar hacia el costado... siempre miró sus pies al pisar, nunca descalzo, siempre seguro, siempre firme, siempre con los cordones atados, siempre hacia arriba, siempre igual... un día frenó y al notar que no había más peldaños observó que la escalera tenía forma de espiral y se sentó a llorar como un niño y la escalera se inundó y así comenzó a nadar en zigzags, en círculos, en rectas... a nadar como una sirena, como una vieja fotografía que flota y flota con la cara hacia el cielo, con la sensación de que ya se está viejo para empezar de cero y que en ése papel la tinta le revelaba un bis de su vida ascendente entre mejillones y vinos malbec... por lo que decidió tirar de la cadena y dejarse ahogar por sus nuevas penas y viejos olvidos.

Saturday, March 31, 2007

intento fallido

Al quitarse las pestañas
el mundo se ensanchó ante su vista

por lo que ahora intenta juntarlas otra vez
para amontonarlas al ojo
y así retomar su limitada visión de la realidad.

La unión hace la fuerza/ inundación marzo 2007

Saturday, March 17, 2007

en busca de la identidad perdida

Le pagaron un salario indigno y volvió a su casa en medio del lodo, con los quinientos mangos correspondientes. No dijo nunca nada y siempre trabajó indignamente dentro de casas muy perfumadas y bendecidas por el Papa. Una vez encontró una luz al final del túnel, justo cuando se estaba olvidando de su propio nombre. Y así murió... con dignidad.

Saturday, March 03, 2007

BCN4


el teatro, la escalera, la calle y la esquina.
la presencia, la flor.
Barcelona vacía y llena.
la golondrina que pasa y me lleva y me vuelve a dejar
tras la ventana y su cielo
de hambre
de sed
de pausa
de pausa de vida
y de volver a nacer...
el verte otra vez.
caminarte despierta
cada piedra
posar la espalda en el muro
llorarte y quererte.

ver

casi no veo
casi no veo
no veo
no quiero ver.
De esta manera te veo.

versito

soy el ave entre las sábanas con forma de cielo sin nubes
soy el ave que abre sus alas entre los sueños encandilados
por la luz del alba tras alguna ventana abierta como dos brazos
con dueño, voz y viento... sin plumas

Saturday, February 03, 2007

agua


El manto del agua, que es agua y es agua de la montaña de piedras, de verde espesura, de espinas y moras negras. Agua de la vertiente, fresca, paraíso, infinito, naturaleza, naturaleza del sonido del silencio con la música del silencio: arroyos, pájaros, el pastizal animado por el viento... El sonido que es paisaje, aroma y alma. El sonido que te despierta con un segundo de su totalidad y ya está (se hace difícil escuchar algo más) Y regreso preguntándome qué hago aquí, cuando en realidad sólo se vivir allí. Pero prefiero dejar aquello lejos, para desearlo con locura y así creer que el paraíso existe, mientras piso cal y charcos junto a arboledas incrustadas en la vereda alineada por la selva de edificios amontonados: paisajegris que se me hace demasiado normal, y todo aquello demasiado bello como para soportar... casi como en un sueño, lejos de esto que pretendo llamar realidad.

Thursday, January 11, 2007

Beatles con mate

Hoy es un día de esos pegados, como el sudor mismo, como las gotas que caen de la frente al atravesar una peatonal floridense... y aquí una está (osea yo) en mi isla nube de pensamientos que nadan dentro de gotas... cero productivos por cierto... y por esto hice algo muy sano... metí en esta chatarra de compu el cd de Los Beatles en instrumental con arreglos de una orquesta barroca y me imagino a J.L. tocando un violín quizás enredando su cabello en el arco... esto suena muy bien. Que alivio. Como mi imaginación barroca se apodera de mi con este sonido líricoooo sólo pienso en Yoko y John... jajajaja, mi padre me diría que entonces no son Los Beatles. Bueno, da igual... este mate me refresca... vaya paradoja en este calor infernal. Y el aire me hace suspirar... que alivio. La tarde está por comenzar su final. Aunque al final de la calle Arenales me espera el arenero y sus juguetes amarillos mal arreglados... y entonces el final del juego será sólo el principio, pero hoy tal vez tenga suerte y convenza a la otra parte de que llevar a los niños al parque sin mi será la propuesta top del ranking de la ideas. Mmmmmm... Ya huele a vacaciones... a sierras cordobesas, a agua clara que corre entre las piedras... El auto tendrá maletas hasta explotar... y con rumbo nos perderemos sin rumbo, y al fín escaparemos de la ciudad, de su sudor y de su gente... gente como yo, por lo que me perderé de mi misma y si tengo suerte no me he de encontrar hasta el final del viaje. Entra el viento, y aquí va otro mate... Help! con órgano, flauta, cello y violín... suena muy biennnnn... Alivio.

Saturday, January 06, 2007

reloj de arena

Cristal, cristal... que caes del ojo y transformas el aire en arena y la arena en desierto... y los pasos en huellas que se borran a través del tiempo que se estancó en un reloj de vidrio, que al girarse rápido parece quieto... y se confunde el aire con la arena... en un vaivén de oleadas de recuerdos que lo empapan todo de a poco y van dejando espacios vacíos que luego se vuelven a llenar... aunque sea por un momento entre los minutos que llegan, pasan y se van... que marcan un principio y un final en la redondez de aquel ojo que parece mirarlo todo, aunque las tormentas del desierto empañan la visión entre giros que parecen dejar alguna cosa a la vista, y al final se convierte en un fragmento de ilusión que también aparece y se esfuma... y de a poco va perdiendo el sentido todo aquello que alguna vez estuvo y se fue sin volver a empezar, dentro de un reloj abandonado en el cajón de una mesita de luz que se mece en una orilla con la intención de quebrase en mil pedazos sobre una playa de arenas blancas y de sombras verdosas, con poco viento y mucha sal... aunque seguro nunca la ha de alcanzar... por más manos que intenten llevarlo hacia allá.