Tuesday, May 30, 2006

Rodeando a Princesa 54


Barcelona...
Una merienda de sábanas agitándose de los balcones amontonados en edificios de seis pisos que marcan las estancias de las callejuelas con salidas entrecruzadas, casi como laberintos inflamados de historias cantadas, quizás gritadas o amadas entre pasiones de apasionados y muchas veces calladas por los fusiles de los demonios del pasado pisado. De aromas salitres, del mar que cae luego por la boca junto a las paellas del cielo, los mariscos entre fideos y unas butifarras en caldos de ollas extremas que nunca se olvidan ni tampoco se echan de menos tanto como el pan con tomate... una simpleza práctica que bañada en aceite de oliva es la delicia impecable en cualquier terraza de claras o sangrías bien heladas. La compañía que todo lo abarca... en la amistad espontánea... de las conversaciones batidas por lenguas de por lo menos cinco idiomas diferentes y los compases rítmicos de los transeúntes que danzan su coreografía de sandalias multicolores y havaianas sin documentación legal, que junto a la clandestinidad se amontonan en pisos sub alquilados, del subalquilado del primo que se lo alquiló a algún fulano y que sea lo que dios quiera, o lo que la guardia civil espera que hagan. Mientras todas las orillas de arena o asfalto imponen el arte del que habla con las formas expresivas en una total composición creada por la necesidad de amontonar alguna moneda y de decir lo que se quiera con la identidad disfrazada junto al olfato destilando guiris y la lata agitada con la abertura erotizada con la esperanza de cargarla hasta el tope, y de coleccionar aplausos por admiración o compasión...
(continuará alguna vez)

No comments: